¿Qué es el Crosslinking Corneal?

El crosslinking corneal es un tratamiento cuyo objetivo es estabilizar la córnea y ralentizar o frenar la progresión del queratocono. El queratocono es una enfermedad que provoca una degeneración progresiva de la córnea que se manifiesta en un adelgazamiento del tejido y, en ocasiones, en un alto astigmatismo irregular. Además, es la principal causa de trasplantes de córnea entre la población joven.

¿En qué casos se aplica?

Los oftalmólogos suelen indicar la necesidad de emplear el crosslinking corneal en las fases iniciales de la enfermedad o bien como complemento a los anillos intraestromales en los casos más avanzados. Por lo tanto, podemos decir que es una técnica con la que se tratan de frenar las causas del queratocono, pero no se emplea por sí misma para corregir la patología una vez esta ha progresado.

¿En qué consiste?

El tratamiento consiste en la aplicación sobre la córnea de un colirio de vitamina B12 (riboflavina) y, posteriormente, de rayos ultravioleta. El objetivo del crosslinking corneal es conseguir estabilizar esta estructura del ojo mediante el incremento de enlaces moleculares y reforzar el colágeno corneal que está debilitado por el queratocono. En definitiva, con este procedimiento, el oftalmólogo especializado en enfermedades de la córnea trata de disminuir la elasticidad del tejido corneal y de recuperar su rigidez y calidad original.

El crosslinking corneal es una técnica simple, no invasiva y que se realiza en el quirófano de forma ambulatoria, sin ingreso. El cirujano no trabaja dentro del globo ocular, sino que actúa solo en la superficie de la córnea. Además, la duración del procedimiento no suele superar los 30 minutos por ojo y con una sola sesión suele ser suficiente aunque no hay inconveniente en repetirlo si fuese necesario.

¿Qué resultados se obtienen?

Habitualmente, los resultados de la aplicación del crosslinking corneal no se aprecian de forma inmediata. No se generan alteraciones ni mejoras de la visión rápidamente e, incluso, en algunos casos, pueden no producirse cambios, pero sí modificaciones de la estructura corneal y, como consecuencia, un aumento de su estabilidad para evitar un mayor deterioro visual.